viernes, 28 de noviembre de 2008

Una experiencia con Ofelia

Sin sentirlo, en un instante ya estaba metido en el mundo de Ofelia Medina, en sus estrictas órdenes.

Milenio.

Apenas había imaginado que detrás del trabajo actoral hay una respetable felpa, un trabajal de galeotes cuando de verdad se buscan resultados óptimos.

Pero me he mantenido lejos, lejísimos de ese mundo, pues desde joven descubrí que mis capacidades histrónicas no dan ni para fungir de arbusto en una obra para niños.

Lo mío, he dicho siempre, no es el ambiente del teatro, aunque cada vez que veo montajes me llama el gusanito de intentarlo aunque sea nomás como escritor de algo, lo que caiga.

Por ese desconocimiento del medio actoral vi con inquietud la invitación que me hicieron para ayudar en un asunto nimio dentro de la presentación torreonense de Íntimamente Rosario de Chiapas, con Ofelia Medina.

Dudé un poco en aceptar, pues me querían dos horas antes de la presentación.

¿Cómo, para que dé las llamadas debo ir a las seis cuando la función es a las ocho?, pregunté.

Así lo quiere la señora Ofelia, me dijeron.

Bueno, sin remedio. Llegué y me presentaron.

Ella ensayaba junto a su asistente de dirección y a la cellista Gimena Jiménez Cacho.

Ofelia me detuvo cuando quise saludarla en el escenario, ignoro si por cábala o para que mis zapatos no insultaran con polvo el lustroso piso.

Me recibió atenta, y de inmediato procedió a darme indicaciones.

Antes le recordé que ya nos conocíamos, que hace poco, de casualidad, viajamos al DF junto a More Barret, directora del Teatro Nazas.

“Ah, claro”, afirmó sonriente.

“Mira, Jaime, necesito que des las llamadas en esta orden:

la primera a las ocho, y en ella dirás sólo que apaguen los celulares; en la segunda, otra vez que apaguen los celulares y los agradecimientos institucionales; en la tercera, presentas la obra con voz dulce”.

Allí me dio el calambrón:

“No sé si me salga esa voz, señora Ofelia, yo no sé de esto”.

Y ella, concluyente:

“N’hombre, tienes la voz dulce, sólo debes suavizarla un poco más, modularla”.

Subí nervioso a la cabina, pues iba a tener que vérmelas con una primera actriz.

Yo, sin experiencia ninguna en ese rollo, debía leer con estilacho, bien acá.

Llegué al cuarto de controles y me recibió Begoña Lecumberri, asistente de Ofelia Medina.

Desde allí vi algo que jamás había visto:

los preparativos inmediatamente anteriores a una presentación teatral.

Por Gerardo Moscoso y Jorge Méndez, mis dos referentes más cercanos al mundo del teatro lagunero, sabía que el ensayo es una reverenda pela, pero no imaginaba que debían ajustarse tantos detalles.

La señora Ofelia iba y venía, gritaba, corregía, indicaba; con palabras duras enmendaba la colocación de un reflector, por ejemplo, pero siempre agradecía el acatamiento de los técnicos.

Yo leí tres veces mi breve discursito ensayístico de la tercera llamada; lo hice como si ya fuera la versión definitiva, con cierto aire actoral, echándole crema a las garnachas.

Sin sentirlo, en un instante ya estaba metido en el mundo de Ofelia Medina, en sus estrictas órdenes, hasta que comenzó la obra y dije mis palabras en el micrófono de cabina, ya con el público expectante.

Nadie se fijó, obvio, en mi trabajo, y tuve menos éxito que una butaca dentro del teatro.

No me importó, pues en esas dos horas hice mía a salto de mata una experiencia inédita e incanjeable:

ver, grosso modo, en qué se basa el profesionalismo teatral.

Ofelia Medina me enseñó sin querer que el cimiento de un montaje teatral está en el desempeño colectivo riguroso, implacable.

Íntimamente Rosario de Chiapas fue un éxito en Torreón.

rutanortelaguna@yahoo.com.mx

martes, 25 de noviembre de 2008

Íntimamente... Ofelia


El Siglo de Torreón
Por: Yohan Uribe Jiménez El Siglo De Torreón/ Torreón, Coah.

El programa cuya concepción está basada en el poemario de Rosario Castellanos, es un instante poético en el que convergen sobre un escenario, letras, música y actuación.

Ofelia Medina manifestó sentirse muy contenta de actuar en el teatro que ella reinauguro hace 26 años, el mismo que estuvo a un 70 por ciento de su capacidad.

Un sencillo y temático escenario refugió la lectura que teatralizó de manera magistral la actriz mexicana, asimilando la habitación en la que descansó una noche la autora de Poesía no Eres Tú, libro en el que se basó Medina para construir el concepto del espectáculo que presentó y que sirvió de excusa para juntar en escena tres elementos que interactuaron entre sí: música, poesía e interpretación.

Poesía en las palabras, poesía en la madera histriónica de la que está hecha Ofelia Medina y en la presencia cómplice de la maestra Jimena Giménez Chacho, que con su cello se encargó de componer e interpretar las melodías que acompañaron la actuación del poemario escrito por una de las plumas femeninas de mayor peso en la literatura contemporánea de México.

En el concepto escénico que disfrutaron los laguneros anoche en el Teatro Martínez, se presenció un recorrido itinerante a través de un hilo conductor, el mismo que recreó no solamente la carga de imágenes que contienen los versos de Rosario Castellanos, sino que contextualizó un monólogo donde la interpretación de la actriz logró que el público entablara una conversación íntima con el fiel retrato de la escritora.

Utilizando todos los recursos posibles que permite la actuación, la actriz mexicana dio algunos vestigios de las conversaciones en las que se vio adentrada la poetiza chiapaneca.

Durante la presentación hubo tiempo de todo; Ofelia cantó, se apoderó de las tablas del recinto y dialogó con su compañera de escena, Jimena Giménez quien al igual ejecutó el cello como la flauta, parte fundamental dentro del concepto que la misma actriz dirige.

Sencillamente fenomenal, un espectáculo en todo el sentido de la palabra cuya calidad mantuvo a los asistentes con todos los sentidos sobre el escenario.

La selección de los textos, la composición e interpretación de la música y la actuación de Ofelia Medina, cuyo lenguaje corporal se manifestó como una extensión de la imagen poética, ratificaron por qué la actriz conquista todos los escenarios por donde pasa: cine, televisión, teatro e incluso radio.

“Contra la violencia: cultura. Necesitamos más teatros, más recintos culturales para que nuestros niños no sean víctimas del narcotráfico, el arte salva”, dijo al final de su actuación Ofelia Medina quien se robó los aplausos y las ovaciones de los laguneros que no se cansaron de darle las gracias por la magistral actuación que realizó.

jueves, 26 de junio de 2008

USCA OFELIA MEDINA DESPERTAR EL INTERÉS POR LA POESÍA DE ROSARIO CASTELLANOS; INICIA HOY NUEVA TEMPORADA EN EL TEATRO CASA DE LA PAZ

Para la primera actriz Ofelia Medina, la figura de la poeta, escritora y promotora cultural Rosario Castellanos es un ejemplo a seguir. “Es una fuerza femenina que abraza, que llega al dolor y a la angustia por entender tanto. Rosario es la inteligencia, la sensibilidad, las entrañas, la sangre, la furia”, dijo en entrevista.

Acerca del espectáculo poético musical Íntimamente Rosario de Chiapas, que cumplirá temporada en el Teatro Casa de la Paz, recinto de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) del 27 de junio al 20 de julio de 2008, Medina señaló que para llevarlo a escena realizó un trabajo largo y meticuloso. “Escogimos tanto los poemas más líricos y amorosos como los más duros y terribles“.

Explicó que primero tuvo que conocer profundamente la poesía de la autora de Balún Canán y Oficio de tinieblas para iniciar su selección con los poemas de juventud, de amor, de encuentro con lo masculino y hablar así de su plenitud y su felicidad, para después abordar los poemas intelectuales y mostrar a la Rosario maestra, observadora,

La actriz de teatro, cine y televisión manifestó que el espectáculo no lleve implícito un mensaje. “Cada quien se lleva de Rosario lo que entiende, pero creo que hay un sentimiento, que el público que ve la obra se identifica en algunos momentos con su sensibilidad”.

Apuntó que no obstante lejos de ser un mensaje, “si hay lugares a donde te llega a sensibilidad, ya sea que te hacen llorar o te hacen reír”.

Ofelia destacó que lo bonito de este encuentro con la obra poética de Rosario Castellanos, “es mostrar parte de su abanico emocional, aunque es una parte muy pequeña. Lo que espero del público es que los anime a agarrar un libro y a leer su poesía, porque de Rosario la gente ha leído su novela, pero muy poco su poesía”.

Como parte de este crisol de emociones Ofelia Medina transita también de la soledad, a la angustia, al coraje en contra de la injusticia social, en contra de los indios, de los estudiantes y concluye su actuación rememorando la difícil decisión que tomó Rosario al despedirse del mundo y terminar en un accidente mortal.


Medina se refirió también a la actuación de la chelista Jimena Giménez Cacho, quien aporta el ambiente sonoro. “Es como los sonidos que Rosario imaginaría, que le provocan escribir un poema o al revés, ella oye una música y se inspira para escribir un poema, o un poema tiene un sonido musical”.

Por su parte la intérprete quien comparte cartel con Ofelia, señaló: “Juntas fuimos creando la música y los ambientes que nos iba sugiriendo la poesía y con base en eso fui buscando las melodías y sonidos que pudieran enriquece el espectáculo”.

Giménez Cacho abundó que los sonidos surgieron, “de lo que nos iba sugiriendo la poesía; con el conocimiento que tengo del instrumento se donde están los sonidos tristes en el violonchelo, los que son mas desgarrados, los que son más alegres y los ritmos que pueden sugerir cierto estado de ánimo”.

Medina en tanto adujo que la chelista recrea en parte la música chiapaneca, “ese sonido del violín sin vibrato, esta música de los altos de Chiapas hasta irla desarrollando y llegar a música abstracta, a sonidos inteligentes y a hallar el cerebro de una mujer intelectual de una mujer contemporánea, de una mujer moderna”.

Agregó que Íntimamente Rosario de Chiapas es un viaje no sólo de la poesía, sino también de la música, “que van viajando paralelas del amor al desamor, a la tristeza, a la angustia, y finalmente a la plenitud, es lo que creo que hemos articulado”.

El espectáculo poético musical Íntimamente Rosario de Chiapas se presentará del 27 de junio al 20 de julio de 2008 en el Teatro Casa de la Paz, recinto ubicado en Cozumel 33, colonia Roma, con funciones los viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas.

miércoles, 25 de junio de 2008

Rosario a escena


Prensafondo

Rosario Castellanos (1925-1974) murió sola, sin testigos. Cuando acudía a contestar una llamada telefónica después de bañarse, una descarga eléctrica la abrasó y le robó la vida, pero no pudo arrebatarle su esencia: sus palabras.

Intelectual comprometida, denunciante de las injusticias de su tiempo, la poeta alzó la voz contra la masacre estudiantil de 1968 en Tlatelolco y las condiciones de vida de los indígenas chiapanecos.

Pero, al mismo tiempo, nunca dejó de ser una mujer sensible que se lamentaba por sus errores en la cocina, o que se repetía: no voy a morir de vejez ni de angustia, sino de amor, no me recuerden.

Con ese legado humano y artístico, hace 10 años la actriz Ofelia Medina pensó hacerle una fiesta a la autora de Poesía No Eres Tú. Su idea nació como un monólogo, y creció. Ahora la presenta junto a la violonchelista Jimena Giménez Cacho, en la Casa de la Paz, envuelta en un traje poético musical: Íntimamente, Rosario de Chiapas.

Es una obra de teatro compuesta con poemas suyos, esa es la columna vertebral, explica en entrevista Medina. Rosario fue una mujer que tenía un mundo interior muy rico, incomprensible para la mayoría de las personas. Pasó de la plenitud al amor, después al desamor, a la soledad, a la tristeza, a la angustia, y a la despedida.

Con elementos escenográficos como una bañera, un escritorio y un sofá, Ofelia Medina susurra, canta, actúa y grita poemas de Castellanos, contando, a la vez, la historia del último día de vida de la poeta, exorcizando y recreando a una mujer que dijo- prefería tener cicatrices a existir con una memoria vacía.

Escrita y dirigida por la propia actriz, la pieza revela a una Rosario Castellanos incomprendida, dubitativa, que busca sin freno una razón para vivir, pues la única certeza que la acompaña es la de que algún día la muerte le saldrá al paso.

Ella es muy clara al decir, en su misma poesía, que no quiere que la recordemos hasta que el aire sea transparente otra vez. Que quiere que no se le hagan monumentos, sino que se diga la verdad, reflexiona Medina sobre la creadora de Balún Canán.

Ella dice que entrega su espacio para que resplandezca el signo del favor.

La música no es sólo un elemento más. Ofelia Medina se acercó a la violonchelista Jimena Giménez Cacho y, juntas, trabajaron dibujando los ambientes y melodías adecuados para acompañar a los textos de Castellanos.

Yo juego un rol en escena, cuenta Jimena Giménez Cacho. La música arropa a la poesía, y sólo la deja sola cuando se necesita. Pero la música está jugando a través del violonchelo y de mí, como un personaje que está constantemente envolviendo a Ofelia y al texto.

Intercalando el violonchelo con la flauta, la música de Giménez Cacho en Íntimamente, Rosario de Chiapas tiene a veces texturas sentimentales, melódicas, y en ocasiones ofrece registros sonoros más experimentales.


Íntimamente Rosario de Chiapas
Teatro Casa de la Paz, Cozumel 33, Roma / A partir del 27 de junio: Vi 20:00, Sá 19:00 y Do 18:00 horas. $80 en taquillas.


Me identifico mucho con Rosario, me encanta esa honestidad de lo que estaba sintiendo, esa búsqueda de sí misma, esa revelación de su intimidad, que al final es la búsqueda que libramos todos

Jimena Giménez Cacho

viernes, 16 de mayo de 2008

No hay sábado sin sol, ni mayo sin teatro

Por Adonis Sánchez Cervera
El Caimán Barbudo Digital

Iniciamos el quinto mes del año en la capital, privados de sus aguaceros; sin embargo, la temporada de teatro latinoamericano y caribeño de Casa de las Américas nos ha sido fiel. Junto a otros eventos, como el Ciclo de Lecturas de los Novísimos Dramaturgos Tubo de ensayo, en la Fundación Ludwig de Cuba —un fenómeno que abordaremos en otro momento.


Desde el 9 y hasta el 18 de mayo, más de cincuenta funciones en Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Granma y La Habana, conformaron el programa de Mayo Teatral, devenido segmento cultural que rompe la pasividad de las salas y nos pone al tanto o al menos nos permite disfrutar de lo mejor de las tablas en el área.

Fue mi primera vez. Asistía con la misión de escribir sobre ella en poco más de cien líneas. Breve espacio. No para cuestionar el especulativo timbrar de los celulares en plena función, la paranoia de los establecidos o el vapor de algunas salas, consumiéndonos y martillándonos nuestra condición de habitantes de una isla tropical, sobre todo en las más pequeñas, adonde anclaron los espectáculos nacionales. Llover sobre mojado.

Mayo Teatral fue tal éxito, por la acertada curaduría y la diversidad de géneros y propuestas, que ya comienza a extrañarse. A proscenio subieron figuras y colectivos emblemáticos de México, Brasil, Puerto Rico, Colombia, Ecuador; mientras que, del patio, todas las obras seleccionadas fueron premios Villanueva de la Crítica.

Hubo, además, talleres sobre dirección de actores y construcción de instrumentos musicales alternativos.

La actriz mexicana Ofelia Medina en Íntimamente, Rosario de Chiapas
Ofelia Medina enÍntimamente, Rosario de Chiapas

1. Para ver a Ofelia Medina enÍntimamente, Rosario de Chiapasbasado en el libro Poesía no eres tú de Rosario Castellanos, lo hice desoyendo todo el mito febril que rodea a una de las actrices más reconocidas de México. En un arriesgado, e innecesariamente largo, espectáculo poético-musical en el que la palabra alcanza su densidad mayor a través de los versos de Rosario, que es la voz de todas las mujeres en urgente reclamo por su emancipación, la actriz fulgura, en un erotismo desbordante y contenido a la vez, entre la danza y el histrionismo. Antes Ofelia fue Frida Kahlo en Frida: naturaleza viva; ahora es Rosario Castellanos, consecuente con el pensamiento y la militancia humanista de la poetisa chiapateca. La fuerza expresiva de esta mujer es inmensa.
Hacia esa misma dirección femenil, apuntó el espectáculo de danza contemporánea Los materiales de la ira y el amor, del gran maestro ecuatoriano Wilson Pico, por primera vez en Cuba y celebrando cuarenta años de entrega a la dramaturgia del cuerpo. Sobre sus obras la crítica internacional apunta: “se posesionan del público porque la descarga humana es poderosa. Pico es lo que baila, y despojado de todo formalismo gratuito…”. Recital conformado por tres coreografías: La Beata y Mujer, que datan de 1975; y Boca-Ira de 1985; definitivamente entrañables, aunque polémicas en su hora natal, en las que el gesto sustituye al diálogo de forma elocuente. Es un acto de desagravio: en escena, un hombre vestido de mujer, sin remilgos, lejos del travestismo satírico visto en otras representaciones, denuncia algunos lastres como el hambre, la religión o la falsa fe; y la confinación doméstica, conflictos y tradiciones locales, con los que ha convivido la mujer latinoamericana pobre, a partir de una experiencia cercana, y en ocasiones familiar. Entreactos, el bailarín, en cálido diálogo con el público, va trasmutando física y espiritualmente de un personaje a otro.

jueves, 15 de mayo de 2008

La actriz mexicana Ofelia Medina en la temporada de teatro latinoamericano y caribeño Mayo Teatral 2008

por Marilyn Garbey

Ni siquiera se muere. Algo muy leve cambia
y sigues, dura, en piedra; creciendo en vegetal
y otra vez despertando en lo que eras.

Rosario Castellanos

Los versos de la poetisa mexicana Rosario Castellanos subieron a la escena en la voz de otra mexicana, Ofelia Medina, y fue así que las vibraciones de esas dos grandes mujeres se convirtieron en materia de teatro. Íntimamente, Rosario de Chiapas, es una honda confesión de sus protagonistas.

Aquí se desnuda una mujer dotada para la poesía, se reencuentra a solas con su cuerpo, rompiendo falsos pudores y reconociendo sus virtudes y defectos, viajando de la cotidianeidad al universo de las letras. Suerte de diario, estrictamente personal, donde los lectores encontrarán su alma.

La puesta en escena tiene como columna vertebral los versos de la Castellanos, dichos por la Medina quien, en una bañera, desnuda, comienza a narrar el drama de una mujer sensible, estudiosa de la filosofía y las letras, convertida, por elección propia, en portavoz de los marginados de su tierra.

De ahí que resulte difícil distinguir a la actriz de la poetisa, pues se sabe de la consagración de Ofelia Medina por multiplicar el número de lectores en su país, por alimentar a niños olvidados por la maquinaria del poder, de su extraordinaria labor en el cine, la televisión y el teatro.

El diseño escenográfico recrea pequeños espacios en los cuales habitó la protagonista: su bañera, la mesa de escribir, las paredes donde dejó sus versos.

La música, como en otros espectáculos de la Medina, es personaje relevante. Ejecutada en vivo, con cello y clarinete por Jimena Jiménez Cacho, dialoga con la actriz para subrayar sus estados de ánimo, la interpela, le exige matices, la conmina a comprometerse con los versos.

En estos tiempos no suele ser fácil recepcionar un espectáculo teatral escrito en versos, pero la fuerza de la actriz venció el obstáculo al decir poemas que calan hondo en cualquier ser humano.

Tomado de Habana Radio

viernes, 2 de mayo de 2008

Desenmarañan la soledad y los sueños de Rosario Castellanos


La Jornada
Mónica Mateos-Vega

“El teatro vive, es nuestro derecho y vamos a hacer que siga diciendo la verdad”, afirmó Ofelia Medina al concluir la obra Íntimamente, Rosario de Chiapas, la cual presentó la noche del martes en el teatro Casa de la Paz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), para celebrar 25 años de ese recinto cultural.

Fue precisamente en ese foro –antes de que éste perteneciera a esa casa de estudios– donde la actriz debutó hace cuatro décadas con la obra H3O, de Alejandro Jodorowsky.

Ahora Ofelia Medina regresó acompañada por la chelista Jimena Giménez Cacho, en una emotiva representación de la palabra poética de la autora deBalún Canán.

Las palabras de Castellanos y la música lo impregnaron todo: el escritorio blanco, parecido al rincón favorito de la escritora en sus noches de insomnio, y la bañera adornada por sus versos, su último lecho.

Las marcas de Chiapas

Ofelia Medina prestó garganta y figura a la poeta chiapaneca para hacerla hablar, durante poco más de una hora, y llorar, reír, explicar y compartir con los espectadores la angustia que acompañó su vida, certezas y desvelos, su “modo de ser río, de ser aire, de ser adiós y nunca”.

Nadie acompañó a Rosario cuando murió el 7 de agosto de 1974 en Tel Aviv, Israel. Al irse se llevó todos sus secretos, menos la poesía, herencia con la cual Medina confecciona un gran homenaje, en esta ocasión con la participación del chelo de Giménez Cacho.

La intérprete también tocó la flauta y actuó como una suerte de amiga imaginaria o alter ego, paciente, amorosa, solidaria.

“Te voy a decir todo cuando muramos. Te voy a contar, palabra a palabra, al oído, llorando. No será mi destino el del viento, que llega sólo y desmemoriado”, dijo Ofelia desde la bañera, como desde “el centro puro de un diamante”, para que la poesía desencadenara imágenes, sensaciones.

Así contó la historia de una mujer que afirmaba: “yo ya no espero, ¡vivo!”

La actriz retozó sobre los poemas, bailó, sintió miedo ante la violencia descrita hace décadas por Castellanos, palabras que siguen siendo vigentes: “Chiapas tiene marcas en su rostro a fuego de injusticias”.

No sólo se habló de los claroscuros del alma o las inercias de género, sino de las tragedias sociales: “la oscuridad engendra violencia. Por eso el 2 de octubre aguardó hasta la noche, para que nadie viera la mano que empuñó el arma, porque la oscuridad engendra el sueño”.

Así enarboló la voz Ofelia, es decir, Rosario: “prefiero tener una que otra cicatriz que tener la memoria como un cofre vacío”.

Así se abrió el diario íntimo de una poeta, para desenmarañar sus sueños y conocer no sólo la expresión de su soledad, sino de sus momentos de placer.

Morir de amor

Con picardía, Rosario, es decir, Ofelia, confesaba: “soy soltera, sí, pero no virgen”, para después rebelarse: “sufro por hábito, por herencia, por no diferenciarme más de mis congéneres que por causas concretas”.

La breve y eterna estancia con la poeta conmovió a los presentes en la parte final del espectáculo, cuya escenografía diseñó la pintora Carmen Parra.

Las palabras estremecieron: “no voy a morir de vejez, ni de angustia, voy a morir de amor. No me recuerden, no repitan mi nombre hasta que el aire no sea transparente otra vez”. Ofelia Medina, transformada en poeta eterna, se sumergió en la bañera, abrazada a una lámpara, que al apagarse iluminaría para siempre el recuerdo.