martes, 22 de septiembre de 2009

La injusticia y la desigualdad, los peores enemigos de la memoria: Ofelia Medina



Un homenaje a la memoria y un recorrido por la vida de una mujer poeta propone la actriz Ofelia Medina en Íntimamente, Rosario de Chiapas, momento poético en el que representa el último día de vida de la poeta, novelista y promotora cultural Rosario Castellanos. Medina refleja el ser poético de la autora de El eterno femenino y transcurre por sus emociones que son envueltas en luz que languidece poco a poco.

La pieza-homenaje recrea espacios donde habitó la destacada poeta, quien muriera sola y trágicamente en un accidente doméstico en Tel Aviv, en 1974, cuando se desempeñaba como embajadora de México en Israel. La actuación de Medina introduce al espectador al pensamiento de la escritora mexicana y también a los elementos, como la bañera, la mesa de escribir, las paredes, en donde dejó sus versos.

La actriz explicó que al concebir este montaje lo que intentó, sin ninguna pretensión, era hacer drama con poesía. Con este propósito, hizo una edición para ir pasando por diferentes emociones, tener un conflicto y tener una resolución de ese conflicto de una manera poética. En el espectáculo hay palabras, frases, versos y poemas completos de la escritora chiapaneca.

“En 1985 empecé a leer a Rosario Castellanos pero no con tanta profundidad. Hasta 1998 que entré en su poesía y entonces empecé a hacer un ejercicio de memoria porque Rosario habla mucho de la memoria y yo creo que es lo que estamos perdiendo los mexicanos, y lo que nos ha apendejado terriblemente. Un pueblo que no tiene memoria le vuelve a pasar la misma pendejada que ya le pasó. Yo hago aquí un homenaje a la memoria”, dijo Medina.

El principal enemigo del recuerdo, afirmó, es la injusticia, la desigualdad, la corrupción, y “esta mierda que no sé cómo se llama. Se llama sistema político mexicano que de eso se trata, de cada día eliminar de los libros de texto más partes de la historia, cada día borrar más para que los niños sólo piensen en Coca Cola y acercarlos a las armas, las pistolas para que pueda venir entonces el ejército y reprimirnos a todos”.

Medina, quien también es activista social, refirió que el montaje nació hace 10 años en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en donde vive desde hace varios años.

“Chiapas me gritaba Rosario Castellanos. Yo vivo en San Cristóbal de las Casas, ella escribe y describe esa ciudad, la situación de los indios, y yo la leía mucho y leía su poesía que nunca había leído, sólo había leído su novela y lo que escribía para periódicos”, dijo.

“Primero traté de memorizar un poema que se llama El resplandor del ser, y entonces cuando lo entendí empecé a hacer una secuencia dramática sólo con la poesía y eso es lo que es la obra, un recorrido por la vida, pero no es la vida de Rosario Castellanos, es la vida de una mujer poeta, yo no la trato de retratar físicamente, sino que trato de reflejar su ser poético, su ser de literatura. Es el recorrido que hacemos muchas mujeres que pasamos de la sorpresa que saber que podemos usar la palabra y la memoria al amor al desamor, a la soledad, a la angustia y desesperación y a burlarse de sí mismos y a jugar con la muerte como una posibilidad de vida”.

Íntimamente, Rosario de Chipas es un espectáculo que hace llegar a los abismos a los espectadores pero de acuerdo con Medina, “yo sólo trato de poner lo que Castellanos nos dio y que es yo no voy a morir de enfermedad ni de vejez, de angustia o de cansancio. Voy a morir de amor. Voy a entregar al más hondo regazo… Su última palabra es de esperanza”.

La palabra de Rosario Castellanos es al mismo tiempo “un despojo y una actitud femenina, porque esta actitud masculina de dominio y de poder, de me muero, me lleva la chingada pero sentado en la silla. La mujer dice bueno sí, pero ni te acuerdes de mi sino no hay justicia. Ni me hagas un pinche monumento porque no. Rosario plantea otra posibilidad, ella escribió una obra de teatro que se llama El eterno femenino. La voz del futuro de la humanidad es voz femenina”.

Para Medina los textos de la autora de Balúm Canán continúan haciendo reflexionar sobre temas como la cuestión indígena. De alguna manera, predijo la rebelión zapatista y amó tanto a los indios de Chiapas que hasta escribió teatro para niños indígenas y lo llevó a las comunidades.

“Rosario fue una mujer que se dio cuenta de la desigualdad y que de la situación indígena tenía que venir una rebelión… Rosario sufrió mucho por ciertas situaciones del país. En la obra está puesto el memorial de Tlatelolco y ahí vuelve a decir ‘recuerdo, recordemos que la justicia se sienta entre nosotros’”.

La actriz señaló que Castellanos amaba la vida, la palabra y el pensamiento y le daba miedo la estupidez, la injusticia, el golpe. “Fue víctima de violencia femenina. Tal vez nadie le pegó, pero sí le pegó verbalmente la violencia psicológica”.

La música, como en otros espectáculos de la Medina, es personaje relevante y en Íntimamente, Rosario de Chiapas es ejecutada en vivo por la chelista Jimena Jiménez Cacho.

“Rosario se sentía fea, era una mujer que sufría porque no era alta, guapa, porque en aquella época se usaban las mujer Channel y ella tenía que usar fajas porque era bien mexicana. Poco tiempo después se empezó a usar el Frida look. Pero Rosario tenía que parecer como señora elegante. Pensamos que Jimena podía ser como lo que Rosario hubiera querido ser, elegante, sofisticada, europea. La voz del chelo es lo más parecido a la voz humana sublimado. Jimena compuso la música especialmente”, indicó Medina.

La escenografía del montaje es de Carmen Parra; la iluminación de José Antonio Morales y Rosa Blanes y la producción es de Begoña Lecumberri.

Ofelia Medina está en Guadalajara invitada por Cultura UdeG y del 20 al 24 de septiembre imparte un taller de voz. Íntimamente, Rosario de Chiapas se presentará en el Teatro Experimental el 23 y 24 de septiembre a las 20:00 horas.

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